El problema del dinero
¿Qué es el dinero?
El dinero es:
- Una reserva de valor.
- Un medio para el intercambio de valor.
Toda lo que puedas imaginar que cumpla estas dos propiedades es dinero: oro, plata, el papel moneda... hasta las conchas marinas.
Pero, ¿qué es eso del valor?, y...
Espera... ¿has dicho "conchas marinas?
El valor del dinero
El valor del dinero no existe de la misma forma que existe el cielo o la tierra. No existe "ahí afuera", existe en nuestras cabezas. El valor del dinero es un mito compartido que resuelve el problema del intercambio usando un medio común.
El problema del intercambio se entiende mejor con un ejemplo: si yo tengo ovejas y quiero manzanas, y tu tienes manzanas pero no quieres ovejas ¿qué hacemos?
Lo que hacemos es acordar un paso intermedio, establecer un "algo" que tendrá valor y que aceptaremos como pago. Normalmente, este "algo" es un objeto o material escaso. Usar hojas de los árboles como dinero no tiene mucho sentido porque son muy abundantes. Pero usar metales brillantes del suelo ya no es tan mala idea...
El problema del metal
El metal, como casi todo, tiene masa y volumen; de hecho, tiene "demasiada" masa para su poco volumen. Esto dificulta su uso en intercambios de gran valor.
La solución es sencilla: el papel moneda. El papel moneda es la primera forma de dinero centralizado. Su valor reside en la promesa que una entidad hace con respecto a su equivalencia con el material que sustituye.
Lo de antes
Históricamente, al menos en el continente europeo, estas mencionadas entidades eran los orfebres, que almacenaban en sus establecimientos el oro de sus clientes. Para facilitar las cosas los orfebres, tras recibir un "depósito", creaban un documento con el que prometían a su portador poder reclamar unan cantidad fija de oro.
Con el tiempo estos documentos comenzaron a ser usados por sus tenedores como medio de intercambio; una especie de "capa" por encima del oro, más ligera y cómoda de usar.
Evidentemente, este sistema tenía sus problemas, sobre todo cuando los orfebres, viendo que sus papeles moneda se usaban más que el oro que almancenaban, decidieron hacer historia y convertirse en los primeros prestamistas en aplicar el sistema de reserva fraccionaria (en resumen, prestar más de lo que tienes).
Este sistema, aún podía tener su justificación a ojos de aquellos que creen en una moneda realmente dura (respaldada por algo escaso y de gran valor como el oro), pues cualquier persona podía hacer cumplir la promesa del banquero y reclamar el equivalente áureo de su papel.
Lo de ahora
Hasta aquí, todo bien. Existen muchas formas de papel moneda con la base común de que están respaladadas por oro. El sistema parece robusto.
La cuestión es que, por cosas del destino, (y aquí estoy saltándome mucha historia) la inmensa mayoría de las monedas del mundo terminan cambiando sus reservas de oro por el dólar estadounidense. Esto tampoco es un problema pues, tras la salida victoriosa de Estados Unidos de la Segunda Guerra Mundial, el dólar se convirtió en la moneda más fuerte del planeta, una moneda ideal para respaldar a las demás.
Todo marchaba bien, las monedas del mundo respaldadas por el dólar y el dólar respaldado por el oro. Si creyeras que se trataba de la clásica situación de "poner todos los huevo en la misma cesta" estarías en lo cierto...
En el algún momento del siglo pasado, por razones que escapan el alcance de este humilde artículo de opinión personal y nada profesional, el dólar, por última vez, abandonó el patrón oro (su respaldo y equivalencia) para convertirse, junto con el resto de monedas a las que respaldaba, en una moneda fiduciaria. A fecha de publicación de este artículo, esta situación no ha cambiado.
Entonces... ¿qué?
Entonces....nada. Esto es lo que hay. El dinero que usamos es fiduciario, es decir, se basa en la fe. El sistema financiero es un gran castillo de naipes que se sustenta en absolutamente nada, ¿qué puede salir mal? Dejo a tu imaginación la labor de responder a esta pregunta...
Nótese que en todo el artículo no he mencionado nada acerca de la política monetaria, ni del sistema basado en la deuda, ni de los bancos ni de la inflación (todos temas dignos de artículos propios), el único tema que hemos tratado es el que respecta al dinero moderno y a su respaldo.
Vale, veo muchos problemas pero pocas soluciones... Evidentemente, la opción de no usar dinero está totalmente descartada para cualquier sociedad mínimante compleja. Entoces... ¿qué?
Tranquilo, querido internauta. No todo está perdido, pues parece que existe un buen candidato para solucionar este problema. Pero dejaremos la exploración de esta posible cura para otro momento...